¿No te parece horrible
que haya gente como nosotros?
Los trastornos de la rutina
vistos como el obstáculo,
el peso
en un saco sin fondo.
Cómo es que teniendo tanto
se ame tan poco,
el orgullo solipsista
retiene la oleada irrefrenable
contra toda posibilidad.
Cómo temerle a los abrazos
y a la cópula de las bocas
que se van acercando entre palabras
si apenas se intuye
que no hay espacio entre nosotros
aunque lo imaginemos
lleno de disculpas y silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario