El escape como espacio de fantasía que he creado, para deslizarme de las fronteras de una realidad que siento tan mía pero tan ajena...que sea una franja de aire donde se suspendan los ingratos segundos que nos dejan todo el tiempo...

lunes, 22 de febrero de 2010

Es el tiempo el que te juega estas pasadas...

Es el tiempo el que te juega estas pasadas
te espera tras las puertas entornadas
de presentes que ya pasaron
aunque puedan tocarse con las manos,
son futuros que ya no serán.
Los pasos y los destinos avanzan
por túneles sabatianos de soledad eterna,
aunque engañen los cristales con la falsa compañía.
No hace falta preguntarse
por qué se llega tan pronto o muy tarde
a la puerta donde te esperaban.

viernes, 12 de febrero de 2010

instantánea

pues ¿qué te parece? me he enamorado de un ángel, incapaz de amar por tener sus alas enredadas en el cielo...

martes, 9 de febrero de 2010

Golpe de suerte

Que tú eras mi golpe de suerte.
Lo soñé un día antes de quererte
y un poco después de sacar tu rostro
del mar confuso de rostros del otro
donde estoy sumergida hasta los hombros
que me ahoga en la calle
y me empapa incluso cuando huyo
al falso refugio de mi cuarto.

Porque tú eras mi golpe de suerte.
Corrí a romper las delgadas paredes
hechas de papel y de azúcar
que me rodeaban el alma ególatra,
como llevada por mano ajena
en inverosímil hechizo o maldición
conjurado en completo destiempo
con el reloj de tu corazón.

¿Eras tú mi golpe de suerte?
Me pregunté a lo lejos desde el vacío
saliendo perpleja del embrujo
como quien sale de lo oscuro hacia la luz
platónica caverna de platónico amor solamente
donde, lo he pensado seriamente,
halle el golpe de suerte
de tu desencuentro.

Inventario I

Es como si no hubiera estado en otra parte, lejos de los prodigios de la noche cómplice que me envuelve con su silencio, llena de ecos que van perdiendo la realidad al cruzar los umbrales de la quietud y de mi oído…el ladrido de los perros y los sonidos misteriosos que atribuyo al azar del roce de los árboles, con sus hojas tan expuestas a la ceguera desnudadora violentada sólo por el ruido repentino de pasos presurosos tan cerca de la ventana…es el intruso, el ladrón fantaseado detrás de las cortinas.

El encuentro con el otro frustra...

El encuentro con el otro frustra,
te corta todas esas ligaduras
que creías tan bien atadas
tan coherentes con el mundo,
la realidad establecida.

La llegada del otro te vacía,
tanto o más que su partida,
hace de tu seguridad pura espuma,
de tus razones excusas
y de la afirmación una pregunta.

2010.

Desando en la fatal memoria...

Desando en la fatal memoria
el corto avance de mis piernas
por un camino generoso de errores
lleno de infructuosos intentos
de ponerle nombre a la soledad,
la fiel libertad de perder mi vida
gastándola en mí misma.

2010.

Tarde soñolienta

La bruma del silencio me agobia
me ciega a lo evidente
a lo urgente.

Sueño hueco, sin motivo,
va subiendo por dentro
y mordiendo.

Me abandono a la timidez del silencio
que evita que deje mi valor
a pies ajenos.

2009.

jueves, 28 de enero de 2010

Esta noche

Me colma toda la visión
del instante, de este momento:
soy un trozo de luna pendiente
de un techo de bruma oscura,
soy el cielo amplio que devora
las formas de las montañas
y el reflejo de las estrellas.

Soy este aire frío que respiro,
aliento de la noche solitaria,
lejos del ruido y las luces humanas
que cubren el tedio del noctámbulo,
el aire que sólo está ahí
sin pedirle nada a nadie.

Soy también los árboles
que se funden con su propia sombra
los pinos, las acacias, los sauces,
los de nombre de lágrima,
de agua que no ha llovido
y aquéllos caídos en el olvido.

Soy la estrella invisible
que brilla igual aún oculta
en el follaje denso del cielo,
la luz que juzgamos diminuta,
en sí misma y no por su distancia,
en la inmensidad del cosmos.

Enero, 2010

lunes, 18 de enero de 2010

Quiero poner la punta de este trazo...

Quiero poner la punta de este trazo
inútil, frágil y sin destino
en la grieta temblorosa que amenaza
la fingida solidez de mi alma
para desatar tantos derrumbes
ésos que temo y a la vez espero,
cantando con los ojos secos
mientras se desbordan los ríos.

Sólo tocar la pequeña grieta
para que se convierta en una estrella
de mil puntas que toquen los límites
y me dejen fragmentos entre las manos,
espejos infinitos que me revelan
que no he querido a nadie.

Nombres, rostros para mi distracción
de este vacío original
que espanta por su propia cuenta,
han sido los objetos de este amor
sin objeto, que me hace daño.

Enero, 2010

Me pierdo en la vanidad egoísta de este verso...

Me pierdo en la vanidad egoísta de este verso,
verso traído, crudo, mal hecho
que me extiende la agonía del momento,
tensa mi dolor hasta las lágrimas
y mi dicha hasta la oscuridad de la duda.

Al escribir me desgarro la piel
me obligo a confesarle mis secretos al papel,
testigo impávido de mi vida en su palidez
a falta de unos oídos sabios
y de una boca atenta, pronta al beso.

Enero, 2010

Aunque mediocre y pequeña...

Aunque mediocre y pequeña
quizá como toda yo,
no quiero que me dejes alguna vez
palabra retorcida
que sueño cubierta de gloria,
de música.
Te cuesta salir, escapar
del duro celo de la conciencia,
la vergüenza verduga,
el orgullo yugo
de la masa informe
que imagino dolor o
arrobo dulzón en el pecho.
Te ahoga la preocupación
cotidiana, la cuita vulgar,
palabra que siempre estás
aunque no te halle
en los libros de los hombres
ni se haya inventado todavía.

¿?

II

¿Y ahora qué me queda?
Ni la soledad siquiera.
Pues te extraño contigo a mi lado
el arquero ahora yo soy;
no sé qué soy, mejor
la vida parece un sinsentido convencido
de su propósito de yacer o reciclarse.
Mis células se multiplican por millones,
a la par de las razones para la desesperanza.
Es inútil, la fuerza natural versus
la “crisis existencial”, bah
cómo dejamos que falte dinero para sueños
sin forma y hechos a pedacitos
si lo que persevera
también se cansa y no siempre se alcanza.
Memorias desperdigadas en hojas,
verdes, nutridas de duelo y carbono,
y blancas, con las palabras que sobran.
Te debo tanto, pero te pago luego…
no siempre se sale así de deudas tan grandes.

¿?
No hay lugar en este fluir de horas,
de soles, de frío y de zapatos
para las afirmaciones serias,
los te quieros absolutos,
las direcciones correctas.
Sólo intuyo que a veces juego
unos juegos inciertos,
pases de manos que desaparecen
sin dejar el truco a la vista.
La decisión no es posible
si todas las cartas flotan
en la densidad de ese aire
dichoso y melancólico.
Todo parece más lejos ahora;
se me empuja más allá de la partida,
trivial, eventual,
soy forzada a avanzar
arrastrando fantasmas y demonios,
los recuerdos de otros juegos
eternamente aplazados
en su finitud planeada.
Me sorprendo siempre evadiendo
lo que no me corresponde,
segundos lugares, reflejos,
proyecciones de otras mujeres,
ésas que ya fueron
y éstas, las más, que faltan por vivir
que esperan mudas e impacientes
su breve turno en el juego.
Voy escapando a las fijaciones
de las palabras-dardos
(pobrecita, cómo corre)
con el deseo pronto a germinar.
Siempre se hacen malabares
con todas estas cosas,
que amenazan con caer
y quebrarse sobre los pies.

Diciembre, 2009.