Retorno al sucio papel y a la tinta
de trazos incorregibles, incontrolables,
con la inspiración nula y la idea perdida.
¿Cuánto tiempo ha pasado sin que mi mano
intente palparte, poesía?
o lo que hago, diatriba o exaltación
de mi vida.
Sin música, sin rima, sin métrica,
pero como el aire que sin darme cuenta
me inyecta la vida, segundo tras otro.
Así eres tú, mi escritura,
el hijito más feo pero más amado
y por eso eres grande en mi pequeñez.
Pueda pasar que no te quieran
otros distintos a mí:
descuida, algún día
no te importará la fama.
08-01-2007
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